domingo, 6 de mayo de 2012

Sobre Verde verde, desde la lomita...


 Por Juana G. Abás
Tuesday, February 21, 2012 

 Las consagraciones se hacen por una (única) vez, pero, en tu caso, has creado varias obras con esa condición. Verde verde, obra contra criminal e inhumana homofobia, es una obra capital no solo en tu carrera, sino en el cine cubano y aun en la historia del cine. Es una experiencia estética esclarecedora, dolorosa como toda cura profunda. En un montaje soberbio y mediante la belleza, se imbrica lo terrible y angustioso del drama, con la agresividad diáfana de la fotografía, la música y la actuación, en un discurso sólidamente estructurado que apela, inexorablemente y desde la sensibilidad, a la conciencia, Acaso el personaje de Farah no se integre del todo, pero la película es tan iluminadora que eso no da la menor sombra, y, como si fuese el aire entre mamparas, acaso hasta sea necesario. Verde Verde es una lección de humanismo, de ética, que se desnuda en una dolorosa negación para aleccionar mediante la catarsis provocada por un arte que ha sido expresado desde la sinceridad, con gesto vigoroso y descarnado. Es una obra de gran belleza, amarga y conmovedora, sin concesiones a la sensiblería ni a la pacata sugerencia que hubiese sido inoperante en tan raigal y antiguo drama humano. Congratulaciones.
Un beso infinito, de tu siempre devota, y hoy profundamente conmovida,
Juani

Las consagraciones se hacen por una (única) vez, pero, en tu caso, has creado varias obras con esa condición. Verde verde, obra contra criminal e inhumana homofobia, es una obra capital no solo en tu carrera, sino en el cine cubano y aun en la historia del cine. Es una experiencia estética esclarecedora, dolorosa como toda cura profunda. En un montaje soberbio y mediante la belleza, se imbrica lo terrible y angustioso del drama, con la agresividad diáfana de la fotografía, la música y la actuación, en un discurso sólidamente estructurado que apela, inexorablemente y desde la sensibilidad, a la conciencia, Acaso el personaje de Farah no se integre del todo, pero la película es tan iluminadora que eso no da la menor sombra, y, como si fuese el aire entre mamparas, acaso hasta sea necesario. Verde Verde es una lección de humanismo, de ética, que se desnuda en una dolorosa negación para aleccionar mediante la catarsis provocada por un arte que ha sido expresado desde la sinceridad, con gesto vigoroso y descarnado. Es una obra de gran belleza, amarga y conmovedora, sin concesiones a la sensiblería ni a la pacata sugerencia que hubiese sido inoperante en tan raigal y antiguo drama humano. Congratulaciones.

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