jueves, 25 de enero de 2018

Héctor Noas, ¨De tu sueño a mi sueño¨

Héctor Noas
08/07/2017 

REPORTAJE

Por: Alexis Mendiola.
Fotos: Lessy Monte de Oca

Desde 1998, el actor cubano Héctor Noas comparte su tiempo de vida y profesión entre Madrid y La Habana. Unas veces más en un sitio que en otro, según las propuestas laborales. Casi siempre, las más interesantes están en Cuba. Sobre todo en el Teatro y el Cine. De España le quedan los trabajos en Televisión Española, durante un año y medio protagonizando la serie “Calle Nueva” y las participaciones en “Cuéntame”, “Comisario”, “Hospital Central” “Arrayán”, “Policías”, “El auténtico Rodrigo Leal”, “Vientos de Pueblo”, entre otros, así como las películas “El asesino dentro del círculo”, “El Hombre de Arena”, “Machín, toda una vida”, “El Baile de San Juan” y una actuación especial en la comedia “Un Rey en la Habana”.

La cercanía con el cine de Cuba, es algo que me produce especial satisfacción, según nos relata, por la diversidad de personajes y temáticas que he tenido que interpretar… Haber podido hacer una película tan enigmática como “La Pared” de Alejandro Gil que demandó de mí un gasto emocional inmenso y poco tiempo después encadenar títulos tan diferentes como interesantes y me refiero a “Los Dioses rotos”, la ópera prima en cine de Ernesto Daranas donde represente un personaje fascinante y atractivo para cualquier actor. Me refiero al personaje de Rosendo, ese babalao (sacerdote o padre de los secretos, consultor espiritual), proxeneta y pasional que comete el error trágico de enamorarse de su prostituta. Es uno de los personajes que más satisfacción me ha aportado en el plano profesional. Incluso me otorgaron el “Premio CARICATO” como Mejor Actor en Cine en el año 2009. Casi a continuación tuve el privilegio de volver a trabajar con mi primer maestro de actuación, Enrique Pineda Barnet en una película que era un deseo acariciado:“La Anunciación”.

Luego vinieron dos títulos indispensables en mi carrera: “Verde Verde”. Una película intensa, arriesgada y necesaria sobre las consecuencias de la homofobia. Esta película demandó una entrega absoluta de mi concentración como actor. Debo decir que es uno de mis trabajos de los que más orgulloso me siento. Poder sentir que de alguna forma estaba aportando un granito de arena al tema de la lucha contra la discriminación por razones de sexo, produce satisfacción. Me dio mucha alegría cuando supe que obtuve un “Premio de Actuación en Brasil” con este personaje. El otro título es la magnífica “Conducta”, también de Ernesto Daranas. Lo que ha resultado de ese trabajo, ya está más que documentado. No puedo decir la enorme lista de premios alcanzados por la película en muchas de sus categorías, pero si te puedo decir que a mí, haber hecho ese “pequeño personaje “dentro de una película de esa grandeza, me ha compensado en muchos sentidos.

El Teatro que te puedo decir, es mi otro gran amor. He tenido la suerte de pertenecer a la compañía de teatro “El Público” que dirige el genial Carlos Díaz, un creador que es capaz de convertir cualquier texto en un espectáculo impresionante. Con él hice “Arte” de Yasmina Reza, “El Público” de Lorca, “Gotas de Agua sobre Piedras calientes” de Fassbinder y “Calígula” de Camus, entre otras obras. Precisamente con estas dos obras llegué a España en el 1998 y eso cambió mi vida. Sí, en España he hecho teatro. Específicamente tres obras. “Historias de Amor”, “La Mar Salada” y “Mísery” de Stephen King. Sobre todo, esta última fue una experiencia más que enriquecedora. Al lado de Beatriz Carvajal, hice una gira por la geografía española disfrutando de ese espectáculo a teatros llenos. Lo último que he hecho en teatro en Cuba, fue con “Argos Teatro” que dirige uno de los directores más talentosos de la actualidad teatral cubana. Me refiero a Carlos Celdrán. Fui invitado para el montaje de “El Tío Vania” de Chejov, en un personaje sencillamente delicioso, el Dr. Mijaíl Astrov. Cada función era un reto que se convertía en un disfrute al lado del resto del elenco. Recibir el “Premio al Mejor Actor Protagónico” en Teatro en este año, ha sido unos de mis retos, conseguido. Constituyo un impulso y estímulo a seguir trabajando en el teatro, ese medio insustituible que casi siempre es tan ingrato por los esfuerzos que hay que llevar a cabo para hacerlo con dignidad. Mis últimos proyectos están enfocados en los dos sitios (España y Cuba). Acabo de terminar una película para Televisión Española, producida por Tornasol Film. Se trata de una de las cuatro que se están haciendo sobre la serie llamada “Las Cuatro Estaciones” de Leonardo Padura (escritor cubano y “Premio Princesa de Asturias 2015”). En la que participo en “Pasado perfecto” con el personaje que mas interesaba hacer. También he concluido mi participación en el capítulo que cierra la temporada de “Olmos y Robles”, para Televisión Española.

Ahora mismo, mis dos proyectos inmediatos son en La Habana y ambos en cine. Dos trabajos muy diferentes y muy atractivos. Las neuronas creativas empiezan a activarse para ver qué puedo hacer con ambas historias. Ahora comienza el proceso de inmersión en otras vidas, otras emociones, otras experiencias y otras ansiedades. Claro que me gustaría tener una carrera más estable como actor también en España, pero aquí todavía persisten demasiados esquemas que dificultan que un actor o una actriz que no hable el castellano como si hubiera nacido en Salamanca, pueda tener una trayectoria ininterrumpida. No sólo nos pasa a los Latinoamericanos. También los Canarios, Andaluces, Catalanes, Gallegos, etc, sufren de esa especie de “discriminación profesional” si no pulen el acento hasta hacer desaparecer sus orígenes regionales. Y digo que es un esquema porque en la vida real, todos coexisten en la sociedad sin que eso provoque una debacle. Si España habla de “unidad e integración” debería ser más abierta en ese sentido…más inclusiva. Por qué hay que justificar que el personaje nació en México, Cuba o Argentina? Por qué hay que esperar que haya un narcotraficante en la historia para que un Colombiano pueda hablar con su acento?

Es que acaso no hay Colombianos, Cubanos, Mexicanos en todas las esferas de la vida cotidiana? Por qué un Canario siendo español por derecho propio, tiene que sufrir y renunciar a su esencia, si quiere hacer carrera en su propio país? No sé, son tópicos en los que hay que avanzar. Ya se sabe que el mestizaje sólo trae beneficios y enriquecimiento cultural, pues asumámoslo, no? A pesar de esto, sólo puedo tener palabras de agradecimiento hacia este país que me abrió sus puertas y me ofreció el afecto de tantos amigos. Mi carrera como actor, no sería la misma sin la experiencia de haber vivido y trabajado aquí. Para mí, la profesión del actor es un riesgo que hay que saber correr. Si te va bien, es la mejor del mundo y te da las mayores satisfacciones que puedas imaginar, pero si te toca el sitio de los que no consiguen tener la oportunidad de demostrar su talento, puede ser francamente desolador y frustrante. Soy un privilegiado en ese sentido por haber podido vivir de mi trabajo como actor tanto en Cuba como en España. Ha sido un acierto no haber roto nunca el vínculo con mi país de origen y mantener activa mi carrera en Cuba.

Un artista necesita de sus raíces y sobre todo de un pueblo que lo respalde. Hay muchos y muy talentosos actores que no han podido hacerlo. Eso me entristece, porque algunos no tuvieron otra opción. Aspiro que volvamos a reencontrarnos y enriquecernos con total naturalidad. Mucha gente piensa que mi carrera ha sido exitosa desde el principio. Te aseguro que estuve a punto de tirar la toalla una vez que me gradué. A pesar de haber concluido mis estudios en el Instituto Superior de Artes con Medalla de Oro y Diploma de Honor, la realidad era bien diferente. No sólo no conseguía oportunidades para ejercer mi carrera, sino que lo que aparecía me daba tanta sensación de mediocridad que llegué a pensar que si eso era lo que me esperaba como actor, mejor lo dejaba. Me tracé una meta y ella fue esperar el resultado de mi trabajo en una serie que realmente me cambió el destino. Me refiero a “De tu sueño a mi sueño” y en particular el personaje de “El Polaco”. Este personaje no sólo me cambió el destino profesional sino que me borró prácticamente mi nombre. A día de hoy, son muchas las personas en Cuba que me reconocen como “el Polaco”. Sin embargo, creo que el personaje que más me entrenó como actor fue el que hice en un cortometraje llamado “FIRST” escrito y dirigido por Enrique Pineda Barnet. En sólo 10 minutos pude entender y llevar a la práctica lo que durante 5 años había estudiado en el Superior de Arte: el trabajo con la acción interna del personaje.

Estudié básicamente toda la técnica de Stanislavski, pero creo que no existe un método único que haga que un actor sea mejor por el solo hecho de conocerla. La teoría es importante. Conocer la técnica es muy necesaria para comprender los procesos psíquicos que te permitirán disfrutar el trabajo, pero lo importante es que un actor apele a su verdad interna. Últimamente tuve la oportunidad de trabajar con Stephen Bayly quien es un especialista en la técnica de Samford Meisner y para mí ha sido una experiencia muy enriquecedora. Me reafirmó algo que para mí es imprescindible en la actuación: la atención debe estar dirigida hacia la contraparte y no hacia nosotros mismos. Sus ejercicios son excelentes.

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