domingo, 10 de mayo de 2009

PARA LEER DESPUES DE LA CITA

Si todo hubiera quedado en la mirada
nada estaría perdido
tendríamos un buen recuerdo de enigmas
-por un tiempo-.

Si nada más hubieras avanzado
algunos pasos menos
- o acaso más, hasta seguir de largo -
me quedaría
la frustración de haber tenido miedo.

Si no te hubieras atrevido
y yo tampoco
no nos asustaríamos de nosotros mismos.

Si nada más quedara
haber jugado a adivinarte
si nada más me hubieras elogiado la voz
si nada más que el beso frente al mar y la noche
sin ver la espuma
sin ver la espuma
sin ver la espuma
sin haberte abrazado
sin el segundo en que nos conmovimos
sin otro paso más
que contarte las cosas
que no se dicen nunca el primer día
-o todo lo contrario-.

Sin haberte llegado a recorrer
desde la casa de la infancia
hasta el lugar donde me muero.
Sin dejarte el perfume

!ay, el perfume...!

y mi temor -que aun llevo-
de desilusionarte
mañana frente al sol.

Si no acudieras a la cita
-que bien se que vendrás-
Si nada más sucediera más tarde...

De todas formas...
te debo agradecer
-aunque no ocurra-
ese proyecto
de amor que deshilvanas
-supongo- ahora
escaleras arriba.

Enrique Pineda Barnet
Enero 21 de 1982(3:35 a.m.)

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