domingo, 10 de mayo de 2009

Historia antigua. Grecia

TERMOPILAS


ESPARTA (GRECIA 700 a C.), Spartí ( Lacedemonia), representó los valores de la austeridad, del espíritu cívico militar, del igualitarismo social y del sometimiento total del individuo al estado. Poderoso ejército. Sus tierras fueron repartidas entre los guerreros, definiéndose la clase dominante de los espartiatas o espartanos. El resto de la población quedó sometida y reducida a un estado de servidumbre. Los ilotas, apresados durante las guerras, estaban obligados a cultivar las tierras de los espartiatas , mientras que los periecos, población rural de origen dorio, debían servir en las fuerzas espartanas cuando se producían enfrentamientos militares. Los espartiatas eran los ciudadanos de condición libre. Exentos de las tareas agrícolas, se dedicaban constantemente al gobierno del estado, a la caza y al entrenamiento militar y deportivo, entendiendo esta actividad como útil y necesaria para la disciplina personal y social.
En la cúspide del gobierno de Esparta se encontraban dos reyes (diarquía), con funciones militares, en tiempos de guerra, y religiosas, que contaban con el asesoramiento de un consejo compuesto por una treintena de ilustres ancianos, la gerusía. Un asamblea, o apélla formada por los espartiatas mayores de treinta años decidía sobre los asuntos colectivos, con la aprobación de la gerusía, y elegía a los cinco éforos, defensores de los derechos aristocráticos.
El problema esencial de la ciudad de Esparta residía en la escacez de materias primas y recursos alimenticios. Ese fue uno de los principales motivos que llevaron a los lacedemonios a invadir sucesivamente al resto de los territorios de la zona del Peleponeso.
Esparta conquistó Mecenia, los hoplitas (soldados lacedemonios) asolaron Arcadia y Argos, covirtiéndose en la gran potencia del Peleponeso.
Esparta despreció los avances culturales , filosóficos y artísticos de las otras ciudades, principalmente las de su enemiga Atenas. La actividad militar y la exacción de tributos a los pueblos sometidos o coligados centró el interés de los lacedemonios.
La educación de los jóvenes constituyó un procedimiento de selección por medio del cual se pretendió que el ciudadano sirviera siempre a las causas que el estado creía convenientes, y sobre todo a la guerra.
El estado administraba un severa educación en la que los niños, adoptados desde su nacimiento, se formaban en los valores cívicos y militares. Al llegar a la edad adulta, los hombres se convertían en las "murallas de Esparta", pues la ciudad carecía de fortificaciones.
En cuanto al papel de la mujer en el mundo espartano, su libertad fue innegable en comparación con otras ciudades griegas. Educadas para y por la ciudad, su función principal era la de dar al estado hijos fuertes y sanos.
La fuerza militar de Esparta fue decisiva para afrontar las Guerras Médicas. Entre el 481 y el 480 a . de C. los griegos decidieron la estrategia para afrontar el combate. Esparta se encargó de defender el paso o Desfiladero de las Termópilas, donde en un acto heróico murieron cientos de espartanos al mando del rey Leónidas (descendiente de Hércules) (uno de los dos reyes que preveía la constitución espartana, después de haber sucedido a su hermano Cleomenes, con cuya hija se había casado) para defender el imperioso avance de los persas. La posición era desesperada, pero Leónidas decidió combatir hasta el último hombre: todos ellos murieron en la batalla, valerosa acción que alimentó la leyenda de la irreductibilidad de los espartanos.
Poco después, la flota ateniense, dirigida por el espartano Euribíades consiguió una victoria importante en Salamina, lo que obligó a los persas a retirarse. Al año siguiente concluyó la guerra con la victoria griega.
Liberados de la presión de los ejércitos persas, los griegos comenzaron a enfrentarse entre ellos. El conflicto entre Esparta y Atenas tuvo su origen en la rivalidad económica y política de ambas potencias.
Pronto , las ciudades griegas comenzaron a proclamar su descontento hacia el duro régimen espartano, que en un principio les pareció liberador.
Mientras tanto, en la ciudad de Esparta tenía lugar una grave crisis social y económica, motivada por la creciente desigualdad entre la oligarquía y el resto de la población sometida a un estado de depauperación.
Esparta tuvo que firmar una paz con los persas. Su fortuna duraría pocos años, pues en el 371 la victoria del tebano Epaminondas, acabó con la soberanía espartana en Grecia y en el Peleponeso.

ENCICLOPEDIA HISPANICA (ERCILLA-GALICIA)
VOLUMEN 6. (1991-92)

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