jueves, 11 de diciembre de 2014

Beatriz Valdés sobre el aniversario 25 del film "La Bella del Alhambra", de Enrique Pineda Barnet.

La actriz cubana Beatriz Valdés
Mi querido Enrique. 
Amado mío. 
Mi Mancuntíbiri...

Hace veinticinco años que vivo con el abrigo de "La Bella del Alhambra". Veinticinco años en los que, difícilmente, he pasado un día sin responder con delicia a la pregunta de "¿tú eres La Bella..?" o sin que alguien me contara las veces que ha visto la película. No importaron que de estos veinticinco años, yo haya vivido la mayoría en Venezuela, porque hasta allí me llegó cada halago, cada muestra de cariño y cada agradecimiento. Luego, al regresar a La Habana, una vez y otra vez, sigo viviendo la sensación de que pareciera que esta película estuviera recién estrenada. 
He recorrido buena parte del mundo y hasta en El Cuzco alguien me preguntó si yo era 
"...la del lunar."

¿Es eso magia querido mío o es que lo hicimos bien? ¿Es muy pretencioso pensar que hasta a Dios le gusta esta película?

En fin...místicos y críticos encontrarán esas respuestas, pero hoy, a la luz de la celebración de los veinticinco años de "La Bella..." en la Embajada de España en La Habana, me da mucho pesar no estar ahí...por eso, quiero recordarte que nunca olvidaré la temeridad con la que abordamos este proyecto, de los largos tiempos de espera, de las trampas que me hiciste con Julio García Espinosa para que no me escapara, de todos mis días de un año recorriendo La Habana de punta a punta al auxilio de Olivia Belisaire en L
y 17, de Gustavo Herrera en El Prado y de Zenaidita Romeo en Playa, de Derubín y Diana desenterrando tesoros y creando otros para ponerlos en mi piel como mapas de una época que ellos me iban develando, de los maestros Romeu y su gentileza en aceptar mi canto, de Tania y su amorosidad gruñona, de la tibia protección de Humberto Hernández, de Raúl García y el tierno susurro de sus ojos azules, de la mirada potente y silenciosa de Raúl Rodríguez, de la suerte de Omar Valdés, Verónica Lynn e Isabel Moreno, tres pilares que siempre me acompañan, de Carlos Cruz y mi adorado Adolfito, de Jorge Martinez y su pureza y de César Évora y su voz y su mirada y su ternura y todo él... 
Nunca olvidaré a mi madre mostrándome el camino hacia Rachel a su gracioso modo de gorda bella y nunca olvidaré a la tuya, Esperancita y su taconeo, sus labios rojos, su wuiskito y su amor de chocolate...pero sobre todo, nunca te olvidaré a ti, "mi amor, mi cómplice y todo", nunca olvidaré el esplendor de tu empeño, tu fuerza y tu inteligencia, de tus ojos sabios y tu ceño fruncido observándome adentro y tocando con tu alma mi propia temeridad, nunca olvidaré tu confianza y tu amor y nunca me desprenderé de tu mano tallada en la mía, esa mano a la que sigo entrelazándome, suavemente, donde quiera que esté...

Gracias mi Mancuntíbiri, gracias por tanta dicha compartida en estos veinticinco años.

Hoy, en la celebración de los veinticinco años de "La Bella..." diles a todos que quisiera estay ahí, pero que en mi lugar, estará Rachel, mi "otro yo", el mejor de todos.

Te amo infinito:

Tu Cusubé...

1 comentario:

Anónimo dijo...

siempre BELLA BEATRIZ VALDEZ